Fue la plaza mayor de la villa, centro neurálgico de la convivencia ciudadana hasta el siglo XIX.
Aquí se celebraba el mercado inicialmente los domingos aunque más tarde se trasladaría, tras las presiones eclesiásticas, a los martes para destinar el domingo a la oración.
Inicialmente tenía dos entradas, a la calle Trinidade y la entrada desde la calle Mayor (Amando Pérez). Posteriormente se abrió la entrada desde la calle Villandrando para facilitar la entrada de los carros para el mercado.
En la actualidad asoman a esta plaza magníficos edificios que reflejan en sus fachadas la historia de la villa. La Torre de los Moreno, el antiguo consistorio, el cine Colón y magníficas viviendas con balcones y galerías de finales del siglo XIX y principios del XX entre las que destaca la exuberante casa de don Clemente.