Fue parte del convento franciscano fundado, según la tradición, por Francisco de Asís durante su peregrinación a Compostela en 1214, al llegar hasta aquí por ser Ribadeo sede episcopal, sin embargo, las fuentes históricas nos dicen que realmente fue fundado por Benicasa de Tudesco, discípulo de San Francisco de Asís.
Poco queda ya del tempo medieval que existió hasta la desamortización de Mendizábal. A partir de ese momento queda abandonado, arruinándose la mayor parte de la iglesia y el claustro.
Aun así, con su exclaustración, se reconvirtió en parroquial pasando a llamarse Iglesia de Santa María del Campo. El templo conventual era de una sola nave y planta de cruz latina, no tenía bóveda y estaba rodeado por un claustro sombrío, el campanario era de espadaña. No es hasta 1902 cuando se reforma y amplía la iglesia construyéndose la torre, la bóveda, el coro nuevo y se elimina el claustro.
Las puertas son de estilo gótico y en una de ellas podemos observar la decoración típica de los templos mendicantes en lo que respecta al zig-zag que decora las portadas y elementos de decoración con motivos vegetales. Del antiguo convento franciscano se conserva la disposición general del plano, el arco del presbiterio y las losas del suelo.
Hoy tiene tres naves abovedadas y una singular capilla en la que está enmascarada la entrada a la antigua sala capitular. De los antiguos retablos, conserva el mayor, el de San José y el de San Antonio. También conserva parte del coro viejo y varias imágenes, entre ellas, la de San Pedro que perteneció al gremio de navegantes de Cabanela y Porcillán.