Construida como pazo en 1726, fue la casa de don Carlos Miguel Acevedo Pardo y Taboada, Capitán de Granaderos del Regimiento de Infantería de Milicias de Oviedo.
De estilo borbónico con torre en la parte trasera, también residió en ella Pedro Miranda Villamil, un exitoso comerciante contemporáneo del Marqués de Sargadelos.
Destaca su hermosa fachada orientada hacia el norte. Es un edificio de tres plantas con fachada principal conformada por tres grandes arcos de medio punto y vanos.
El edificio tuvo diferentes usos, siendo alquilada para aduana durante un breve tiempo a partir de 1800, cuando se construye el embarcadero y una rampa en Porcillán al final de la calle de las Angustias, hoy Antonio Otero.
Los amplios bajos de la casa servían de almacenes y alfolí, es decir, de pósito o cobertizo y de almacén de sal. También fue fábrica de salazón y llegó a albergar a las Clarisas del convento de Santa Clara cuando fue ocupado por las tropas francesas durante la invasión napoleónica. En los años veinte y treinta estuvo dedicada a Escuela de niños y niñas hasta que comenzó la Guerra Civil.