Este es un lugar relativamente reciente como dan a entender las edificaciones existentes. Debió nacer en el siglo XIX, estirándose a lo largo del antiguo camino interior hacía Lourenzá y Mondoñedo –hoy Camino de Santiago–, en el lugar donde se celebraba una feria mensual, por lo menos desde finales del siglo XVII, cada primer sábado de mes. Más allá de los campos, a la derecha, un hermoso hórreo tipo Ribadeo señala la aldea de Seixadelo.
En este punto existe una fuente de aguas muy preciadas.